Nicaragua es el reducto de América en el que se sigue disfrutando del fútbol. El pasado fin de semana se disputó la décima jornada del Clausura.
Aunque el Gobierno ha instado al cese de la competición, la Liga Primera, agrupación que aglutina a los clubes, ha decidido seguir jugando a puerta cerrada en contra de algunos jugadores y los equipos más pequeños.
Esto ha llevado a que los futbolistas protesten contra esta situación y algunas entidades saltaron el césped con mascarillas para hacerse la protocolaria foto de los onces iniciales.
Sin embargo, Bernardo Laureiro, jugador de Diriangén, se la dejó puesta durante todo el partido ante Ocotal. Además, marcó los dos goles de su equipo para mantener el liderato.