Todos le quieren, y actuaciones como la que firmó en Bremen refuerzan su imagen de estrella del mañana. Kai Havertz, una suerte de Mesut Özil con más físico y un plus de polivalencia, acapara portadas este martes. Y con razón.
Ya lo dijimos a comienzos de mayo. Havertz no es un futbolista, es un ingeniero. Tiene solo 20 años y la Bundesliga a sus pies. Sabe organizar, tiene buen remate y va bien de cabeza. Y todo ello con un físico envidiable.
Tiene solo 20 años y mucho que ofrecer. Tanto, que parece que el Bayer Leverkusen se le empieza a quedar pequeño. Peter Bosz decidió ante el Werder innovar, y colocarle de 'falso 9', y rindió a las mil maravillas. Demostró que da igual dónde le pongas, Havertz va a funcionar.
Organiza el juego, pero si se le pone en el tercio ofensivo, lo hace igual de bien de espaldas a la portería que de frente. Hay pocos futbolistas en estos momentos que sean capaces de hacer algo así.
Por eso media Europa se le rifa. El Barcelona parecía más que interesado en él, pero ahora parece que le ha dejado pasar, aunque sea de momento. Tiene otras prioridades el club azulgrana, ¿habrá cambiado de opinión tras lo de Bremen?