No es ningún secreto que Kaká posee fuertes sentimientos religiosos y, en sus malos momentos, recurre a alguna de sus citas para intentar agarrarse a la fe y a la esperanza.
"Pero esto no es motivo de vergüenza, porque sé a quién he creído, y estoy convencido de que es capaz de guardar lo que le he confiado hasta ese día", rezaba el mensaje en las redes sociales, acompañado de una foto del momento del cambio.
El jugador estará un mes y medio fuera de los terrenos de juego al sentir un pinchazo en una internada al área en una de las primeras acciones del partido.