La ilusión por avanzar a la próxima ronda de la Champions League continúa vigente en Londres gracias a un hombre.
Y es que Harry Kane volvió a ser el líder de un Tottenham que sudó sangre para lograr la victoria y seguir con vida en la máxima competición continental.
El duelo comenzó de la peor forma para el cuadro londinense, ya que el PSV se adelantó en la primera jugada del partido por mediación de Luke de Jong.
Una situación muy similar a la vivida en Eindhoven en la anterior jornada, en la que los holandeses también se pusieron por delante en el tramo inicial.
Pese a ello, los pupilos de Pochettino no perdieron la fe en su juego y tras superar el mazazo comenzaron el asedio contra la meta del PSV.
Y es que el partido fue un auténtico monólogo del conjunto londinense, ya que su rival no volvió a rematar a portería en todo el encuentro.
Pese a ello, el Tottenham evidenció de nuevo su falta de pegada en esta Champions League y fue incapaz de perforar la meta de Zoet en la primera mitad pese a las intentonas de Kane y Dele Alli.
Tras el descanso, la tónica del encuentro no cambió y el dominio continuó siendo del cuadro local ante una afición que abarrotaba Wembley confiando en la remontada.
La posesión comenzaba a ser irrisoria, con el Tottenham acaparando el 75% del esférico mientras seguía buscando el tanto, pero los minutos pasaban y el marcador no se movía.
Pochettino era consciente de que el tiempo se le acababa y decidió quemar todas las naves dando entrada a Llorente en el minuto 75. Un cambio que resultó clave.
El ariete dio aire fresco al ataque de los londinenses y fruto de una asistencia suya llegó el empate a uno de Kane en el minuto 78.
El gol espoleó a los locales, que veían mucho más cerca el triunfo y lo buscaron con una fe que acabó teniendo su recompensa.
Y es que el Tottenham acabaría logrando la épica victoria en el minuto 89 con otro tanto de Harry Kane, el héroe absoluto de la noche en Wembley.
El marcador no se movería hasta el pitido final y el 2-1 mantiene vivas las esperanzas de un Tottenham que se lo jugará a todo o nada ante el Inter de Milán en el mítico estadio británico.