Kazuyoshi Miura se fue de su país rumbo a Sao Paulo a los 15 años. Tras pasar por el Clubes Atlético Juventus y otros conjunto paulistas, acabó en el Coritiba. El último club brasileño en el que jugó fue el Santos y llamó la atención en Japón.
Así, Miura volvió a su país para fichar por el Tokyo Verdy con la prioridad de poner al fútbol nipón en un plano mundial siendo Japón un país en el que el deporte rey era el béisbol.
Y no le fue nada mal. Con ayuda de Zico, Lineker, Laudrup y Stoichkov promocionó la J-League, inaugurada en 1992 y ganó la primera Liga. Repitió título a la siguiente temporada siendo el MVP y ganando el premio a Mejor Futbolista del Año en Asia.
Sin embargo, Miura decidió irse al Genoa después de que Japón no se clasificase para el Mundial de EEUU de 1994. En el conjunto italiano jugó 21 partidos y anotó un gol. Después, en 1999, jugó en el Dinamo de Zagreb y ganó una Liga.
El futbolista no dejó de tener éxito en su país e incluso inspiró al creado del personaje manga Óliver Atom, que guarda ciertas similitudes con Miura. Era un reclamo publicitario y los bailes aprendidos en Brasil le sirvieron de mucho.
Kazu defendió 13 camisetas distintas y jugó 89 veces con Japón, marcando 55 goles. También disputó el Mundial de Tailandia de fútbol sala en 2012, con 45 años, tras quedarse injustamente fuera de la lista de la Copa del Mundo de Francia de 1998.
Ahora, Miura milita en el Yokohama, equipo al que llegó en 2005 y con el que ha renovado este mes de enero.
No son pocos los récords que ya ha roto: se convirtió en el jugador más viejo en marcar un gol con 46 años y con 48 volvió a batirlo. Ahora, tiene otro al alcance de la mano: arrebatarle a Stanley Matthenws, el primer Balón de Oro, el ser el profesional más viejo con 50 años y siete días.