"No me lo esperaba. Vine para ayudar al filial. Y aquí estoy. Jugando de titular. Doy las gracias al cuerpo técnico y a mis compañeros porque me ayudan siempre. Cualquier jugador querría estar donde estoy yo. Es un sueño cumplido pero quedan cosas por hacer. No me conformo", reconoció en una entrevista para el diario 'AS'.
En este sentido, Keidi Bare recordó su aterrizaje en España: "Tenía 14 años. Me entrené con el Atlético de Madrid cuatro días de prueba. De ahí me fui a Georgia. Una semana en un torneo donde fui el mejor mediocentro. Volví al Atlético tras arreglar unos papeles en mi país. He estado cinco años. Fue una buena experiencia. He crecido en el Atlético y gracias a ellos me siento mejor futbolista porque me han enseñado muchísimo".
Asimismo, el albanés rememoró orgulloso su debut rojiblanco: "Era un partido contra el Guijuelo, pero no pude jugar porque tenía roja con el Atlético B. Me sentí muy mal. Viajé con ellos. Después pude debutar en Primera contra Las Palmas. No dormí ni una hora. Estaban Gabi, Fernando Torres…".
Sobre su etapa en el Málaga, Bare confesó: "Me sorprendió ser titular en Zaragoza porque pensé que no iría ni convocado. Al final, si te dan la oportunidad, tienes que estar ahí. Eran tres puntos muy importantes después de haber perdido 0-3 contra el Reus. La gente apretaba muchísimo. Al final ganamos".
No obstante, el centrocampista admitió que su inicio en el Atlético Malagueño fue complicado: "Pasé los peores seis meses de mi vida. Me arrepiento mucho por lo que hice porque no soy esa persona. En ese momento me calenté y bueno… Lo pasé muy mal. Vine aquí con el filial y empecé a jugar y a coger ritmo. Ahora me siento bien".
"No quiero que vuelva ese partido. No volveré a cometer ese error porque es malo para mí, mi familia y la gente que vea el fútbol, para los niños. Con ese árbitro hace dos o tres meses nos encontramos con el Malagueño. Ahí también le pedí disculpas", añadió.
Dando carpetazo a ese lunar en su carrera, Bare confía en ascender: "Con el trabajo se llega muy lejos. Hay que trabajar para conseguir cosas. Todos los jugadores sueñan con jugar en Primera División".
"Todos mis entrenadores fueron muy buenos. El que tengo ahora, Muñiz, me ha cambiado un poquito la vida. Pero también quiero decir que el entrenador del Atlético B me ayudó muchísimo. Para mí es como un amigo, como un padre. Es Óscar Fernández. El Atlético de Madrid tiene una muy buena escuela", espetó.