Sigue la particular caída en picado de Kiko Femenía. Poco queda ya del jugador que en la temporada 2010-11 debutó en Primera División con el Hércules y sorprendió a propios y extraños por su juventud y desparpajo.
Todavía un futbolista joven -tiene 24 años-, parece que el tren del éxito profesional se le escapa al de Alicante. Kiko fue siempre un futbolista precoz. Esteban Vigo confió en él y le permitió que mostrara su calidad a toda la Segunda División, primero, y a la máxima categoría, un año después.
Pronto comenzaron los problemas para un futbolista que tuvo que parar por sufrir ataques de ansiedad. El Barcelona de Pep Guardiola, sin embargo, vio algo en él, y desembolsó 2 millones de euros para que el futbolista desembarcara en el Camp Nou, en principio para jugar en el filial.
Allí se tiró dos años, sin que en ningún momento diera muestras de poder llegar al primer equipo. Abandonó el equipo con bastante polémica y con malas palabras de club y compañeros y lo hizo para recalar, ni más ni menos, en el flilial del Real Madrid.
Un año se tiró en el Castilla, donde fue de más a menos y terminó por salir también por la puerta de atrás. Ahora el Alcorcón, su último equipo, dice que no le renueva después de una discreta campaña.
Su futuro parece abocado a la Segunda B, salvo que algún equipo de la categoría de plata se decida a darle una última oportunidad. Tiene el ejemplo de Trashorras, hoy en el Rayo, que también pasó por el filial de los dos grandes y supo reconducir su carrera, pero parece complicado que Femenía logre pegar ese giro en su carrera.