Al menos, eso es por lo que luchará sin descanso Klopp. El técnico alemán, que considera al jugador brasileño como su mayor estrella, no quiere que el equipo quede 'huérfano' en ataque y le ha cerrado las puertas al Barcelona de cara a una posible venta.
"No hay ningún plan de venderle. Los dueños dicen que no tenemos la necesidad de vender a nadie si no queremos, por lo que podremos fichar a otros jugadores para seguir en una buena situación", comenzó explicando.
Además, el técnico teutón tuvo tiempo de bromear sobre el precio que podría tener el mediapunta: "¡Su cláusula debe de ser de unos 400 millones!".