Y es que, el técnico holandés fue cazado en el palco del estadio malagueño charlando con Ginés Carvajal, reputado representante de jugadores que presta sus servicios, entre otros, a Sandro Ramírez.
La estampa de ambas personalidades en el palco de La Rosaleda ha hecho saltar las alarmas en la ciudad andaluza. Su máxima referencia en ataque, el hombre clave de esta temporada, podría estar en el punto de mira del Everton.
Además, para más preocupación en torno al malaguismo, el agente del delantero sostenía unos papeles en la fotografía, que corrió como la pólvora en Twitter. ¿Pondrá camino a Inglaterra el atacante estrella 'boquerón'?