Koke llevó la batuta del Atlético frente al conjunto aragonés en el doble pivote, junto a Thomas. Esta vez jugó en una posición más centrada.
Y dio todo un recital de pases, llegando a un total de 121 toques con 111 pases buenos. Fue el mejor del partido en este aspecto.
El 'colchonero' acertó en 14 pases largos, solo falló dos, dio un centro al área y redondeó el encuentro con un gol. De los 600 pases buenos que dio el Atlético, el 18,5% fue suyo.
Pero también hizo 'trabajo sucio', no solo creó juego. Koke recuperó siete balones y fue el tercer jugador del conjunto rojiblanco que más robó por detrás de Thomas (ocho) y Godín (nueve). Con el primero formó una gran pareja y entre ambos se dieron 22 pases.
El canterano también aportó en lo ofensivo, marcando un gol. Tras centrar a Correa, el argentino no logró rematar y el balón entró sin que Wenger lo tocase, por lo que subió a la cuenta del '6'.
El Atlético se lució en los pases ante el Huesca, dando un total de 658 con un 91,2% de acierto y gran parte de la culpa fue de Koke.