Corría la temporada 2018-19 cuando Alexandr Kokorin, un futbolista de 28 años por aquel entonces que brillaba como uno de los mejores de la Liga Rusa de la mano del Zenit, entraba en la cárcel. El motivo, un cargo por vandalismo y agresión que interrumpió su meteórico ascenso.
Las cifras lo explican. Sumaba 19 goles, el récord absoluto de su carrera, y cuatro asistencias, uno de sus mejores registros. Todo ello quedó en humo cuando, en el siguiente curso, en el que tuvo que ser puesto a disposición judicial, le dio tiempo a jugar apenas cinco duelos. "Soy el mismo Alexandr Kokorin. Nos acusaron de haber conspirado para golpear al funcionario. Por supuesto, esto no fue así. Me he dado cuenta de lo que realmente quería en la vida", declaraba a 'Spor24' tras salir en libertad.
De ahí que perdiera protagonismo y tuviera que marcharse al Sochi y, después, al Spartak de Moscú, de donde nacerá su nueva oportunidad. La entidad anunció un acuerdo con la Fiorentina para su venta, aunque la escuadra italiana aún no lo ha confirmado.
Los 'viola' se encuentran en un estado de forma mejorable en la Serie A (no están lejos del descenso) y ese es el caldo de cultivo perfecto para que Kokorin vuelva a brillar. Calidad no le falta, como demostró en el pasado, y comenzará, en la bella ciudad de Florencia, una nueva aventura para dejar atrás su turbio pasado y que se le conozca por el gran jugador que una vez fue.