Todo comenzó en el calentamiento previo al choque. Apenas unos minutos antes de comenzar el encuentro, Bellerín se lesionó y tuvo que salir del once. Maitland-Niles, que iba a ser suplente, tuvo que reemplazarle en el once.
Por este efecto dominó, Kolasinac cambió el chaquetón de la grada por el chándal del banquillo. Y a los 29 minutos, su estatus volvió a ascender por la lesión de Tierney. El escocés se dislocó un hombro y Ljungberg tiró del bosnio para ocupar el carril izquierdo.
Por si no fuera poco el vaivén que sufrieron sus planes, Kolasinac colaboró en el inicio de la remontada 'gunner'. El Arsenal perdía 1-0 cuando, en el 60', el lateral le regaló una asistencia a Martinelli para que empatase el encuentro.
Apenas nueve minutos después, el bosnio y sus compañeros estaban celebrando el 1-3, obra de Aubameyang, tras un golazo previo de Pépé que significó el 1-2. No fue el lunes esperado por Kolasinac, pero seguro que no tiene quejas del cambio brusco de los acontecimientos.