En apenas un minuto, el costamarfileño pasó del festejo al lamento. De uno de los regates de la temporada al dolor por un problema muscular.
Koné recibió de Ricca y se deshizo de Tete con un toque de tacón. La Rosaleda rompió en loas por la acción del delantero, el autor del 1-0 y quien cada día va a más en el engranaje de Muñiz.
El delantero acabó la jugada centrando, él cayó y la zaga despejó. Ahí fue cuando empezó a quejarse de su muslo izquierdo. Tuvo que ser sustituido.
Le atendió el masajista Marcelino Torrontegui y poco después Haksabanovic se puso a calentar para salir en su lugar.
Se está acostumbrando Koné a los detalles de calidad: en El Sadar firmó uno que habría hecho el propio Ronaldinho.