Kubo suma y sigue. Suyo fue el 0-2 del Mallorca en Ipurua, un tanto de notable factura, culminado por el japonés tras el robo de Pozo, con un buen disparo con su pierna menos mala.
El Eibar trabajaba para contrarrestar el tanto de Dani Rodríguez, cuando en el 78' Orellana cometió un error que a la postre el cuadro 'armero' acabaría pagando.
Robó Pozo y cabalgó hasta la zona de peligro. Ahí el dio el balón a Kubo y el japonés demostró de qué pasta está hecho: encaró a Oliveira, quebró hacia su derecha y en presencia de Bigas, chutó cruzado, inalcanzable para Dmitrovic. Y todo ello, con su diestra, su pierna mala, por así decirlo.