La importancia de la continuidad del torneo, que se encuentra en su etapa de semifinales, no reside tanto en la necesidad de proclamar un campeón, sino en determinar qué equipo ocupa la cuarta y última plaza de acceso a la Copa Libertadores.
Los partidos de semifinal se jugarán el próximo sábado 18 de enero, en la sureña ciudad de Temuco y en la norteña de La Serena, y la final el miércoles siguiente, día 22, también en Temuco.
Por un lado del cuadro se enfrentarán Colo Colo y Universidad Católica, segundo y primero, respectivamente, de la última liga; y por el otro Unión Española y Universidad de Chile.
El interés recae en su totalidad en el duelo entre hispanos y universitarios, ya que tanto Católica como Cacique ya tienen una plaza en la fase de grupos del máximo torneo continental.
Por lo tanto, la semifinal Unión Española-U de Chile será una final anticipada y el ganador de ese partido, pese a que luego perdiera la final, sería el cuarto equipo de Chile que cerraría los cupos del país en la Libertadores.
El equipo que consiga esa plaza clasificará directamente a la Fase 2 de la fase previa del torneo continental, en donde se enfrentará a Internacional de Porto Alegre (Brasil), en el primer partido de la eliminatoria como local y el definitivo a domicilio.
A pesar de la particular situación de la Copa Chile, la disputa de la final debe llevarse igualmente a cabo para determinar el campeón del torneo y la conveniencia de los pagos por su consecución.
Ya sea Unión Española o Universidad de Chile quien consiga la plaza internacional, será un gran premio de final de la temporada 2019 para cualquiera de los dos clubes, que terminaron la liga en novena y antepenúltima plaza, respectivamente, ambos fuera de competiciones internacionales.