Los padres usan técnicas de motivación que unas veces funcionan y otras no. Luis Cavani usó una que funcionó a la perfección y despertó el talento anotador de su hijo.
¿Qué hizo? Muy sencillo. Prometió a Edinson comprarle un perrito caliente y un refresco por cada gol que marcase. El acuerdo funcionó sin problemas hasta un día fatídico.
Y es que el hijo de Luis Cavani anotó siete goles en un partido. Su padre se dirigió a su entrenador y, a modo de broma, le pidió que lo cambiase, debido a que si seguía marcando habría problemas alimenticios y monetarios.
Parece que la apuesta entre ambos no trascendió al fútbol profesional y se quedó sólo en el fútbol base. Más que nada porque si tenemos en cuenta que Edinson Cavani ha marcado 309 goles...