La violencia vuelve a atravesar fronteras en el fútbol. Vélez perdió un partido muy importante ante Talleres por 0-2 para su objetivo en liga y los aficionados locales salieron en busca de sus jugadores para reclamar su actitud en el campo.
La barra de Vélez atacó el coche de Blas Cáceres cuando este se disponía a salir del estadio: "Esto siempre pasa, pero a mí fue la primera vez. Entiendo el enojo, pero mi hija de un año y cinco meses iba arriba y se puso a llorar. Tuve miedo por ella".
Tras este altercado, el jugador dejó abierta la posibilidad de salir del club. "Me gustaría seguir en Vélez pero después de ver llorar a mi hija voy a pensar que hago”, concluyó.