Fuenla y Mirandés chocaron en el Fernando Torres en, probablemente, el mejor partido posparón de Segunda División. Se le puso pronto el duelo cuesta abajo al cuadro de Iraola, pero el coraje, la pasión y la garra de los de Sandoval, con varias polémicas de por medio, valieron por las tablas.
El dominio de los 'jabatos' se instaló al principio. Controlaban la pelota y generaban más peligro. Solo un paradón de Femenías en un mano a mano con Matheus Aias y varios tiros fallados evitaron que se adelantaran. Se les puso la misión cuesta abajo gracias a la expulsión de Ciss por doble amarilla, ambas dudosas -un pisotón que no fue y un choque en el aire que, muchas veces, se ha resuelto sin tarjeta-.
Ya en superioridad numérica, el gobierno visitante se hizo superlativo. La pólvora la llevaban Matheus Aias, Marcos André y Merquelanz. Solo les faltaba la precisión para rentabilizarla. Los 'kirikos', a todo esto, se dedicaban a defenderse con mucha garra y atacaban poco.
Con la segunda mitad en juego, los de Sandoval tiraron de orgullo para salir revolucionados. No les duró mucho la machada. Merquelanz, en una falta en la frontal, mandó la bola a la escuadra con un tiro de francotirador que parecía la antesala a un resto de encuentro más laxo. Nada más lejos de la realidad.
El Fuenla no renunció al ataque y su valentía se vio recompensada. Álex González le dio un manotazo a Glauder en el área y el colegiado señaló una pena máxima que Hugo Fraile convirtió en el 1-1. El problema fue que no tardaron mucho en echar por tierra este punto.
José Rodríguez provocó otro penalti. Derribó a Sergio tras un córner y el árbitro tampoco dudó. Se encargó Matheus Aias de transformarlo en el 1-2, pero la bravura rival era demasiada. Emanuel, en el rechace de un córner, puso las definitivas tablas con un golpeo sensacional -se anuló en un principio y, al final, valió- cosechó un empate que supo a victoria.