No hacía falta ser adivino para entender que un hipotético regreso del canario al estadio del Sevilla le iba a dejar uno de los momentos más incómodos de su carrera. Pero impactó escuchar semejante nivel de decibelios.
Vitolo entró por Koke, y ya cuando se apostaba en la banda empezó a recibir las primeras lindezas de la que fue su afición hasta la temporada pasada. Todo se incrementó en cuanto el colegiado paró el juego para hacer el cambio.
La afición sevillista ya le había echado la cruz por la artimaña en la que participó para cambiar Nervión por el Calderón, previo paso por Las Palmas como cedido por la sanción que prohibía fichar a los 'colchoneros'.
Su entrada al campo recordó los difíciles momentos que tuvo que soportar Luis Figo cuando regresó al Camp Nou vestido con la elástica del Real Madrid. Las escenas estuvieron en un plano similar.
Peor podría haberse puesto el escenario cuando a los 77 minutos, en una contra del Atlético, Vitolo estuvo a punto de marcar en el segundo palo.