La Bundesliga presentó sus cuentas anuales, antes que el resto de las grandes ligas europeas. Y fueron positivas, muy positivas.
Para empezar, los beneficios ascienden a 2.620 millones de euros, lo que se traduce en un crecimiento del 7,2% con respecto a la campaña anterior. Nueve clubes, uno más que el año pasado, facturaron más de cien millones de euros. Además, esos beneficios no proceden principalmente de la televisión, como en Inglaterra: sólo el 27,8% lo pone la 'tele'.
La asistencia a los estadios también crece. Raro es ver partidos con media entrada, y se entienden las protestas por el aumento de los precios. El fútbol es un pasatiempo popular y no un negocio voraz para los aficionados en Alemania.
La temporada pasada la asistencia sumó un totál de 18,4 millones de entradas vendidas, la tercera cifra más alta de su historia. A diferencia de los ingresos, la asistencia 'sólo' aumenta por cuarta temporada consecutiva. La media se sitúa en más de 40.000 espectadores por partido.
Estas cifras tienen que dar envidia, mucha envidia, a muchos equipos y ligas de Europa.