Un trofeo siempre es motivo de celebración, aunque sea para un gigante como el Manchester City. La victoria deja buenas sensaciones por los 'jugones' del ataque, no por la zaga.
Guardiola no terminó nada contento el encuentro con su defensa, sobre todo tras el único tanto japonés. Se adelantó, no obstante, el City por mediación de Kevin De Bruyne.
El 'crack' belga volvió a sacar la varita que le hace brillar cada vez que tiene el balón en sus pies. A los 19 minutos, un recorte le permitió fusilar con la zurda a Il-Kyu Park dentro del área.
Pero le duró poco la alegría a los 'citizen', pues fue Keita Endo el que igualó la contienda tras un despiste general en el equipo inglés. En un breve receso para hidratación, Guardiola se lo hizo saber a Walker.
En el 40' de juego, De Bruyne volvió a tirar del carro, esta vez con una asistencia estelar para que Sterling anotara el 1-2 en el mano a mano. Las sensaciones no eran del todo buenas.
Y no lo eran porque, pese a la ventaja en el electrónico y con la posesión, el Yokohama seguía llegando a la portería de Bravo, que terminó evitando que la cuenta goleadora japonesa fuera mayor.
El carrusel de cambios no hizo mejorar al City. Los Foden, Gündogan, Danilo y compañía no participaron demasiado en unos minutos de insomnio para el City. Bravo fue el único despierto.
El sufrimiento 'citizen' finalizó cuando, antes de llegar al tiempo reglamentario, Nmecha finiquitó la victoria al rematar un envío del joven ex azulgrana Bernabé. Los jóvenes salvaron el triunfo de los de Pep Guardiola.