Llegado cierto momento del Chelsea-Manchester United, la afición 'blue' empezó a cantar el rápidamente famoso "f**k Sarri-ball", en alusión al estilo de juego propio de Maurizio Sarri, que tan poco gusta en Stamford Bridge hoy en día.
El italiano no se enteró de ello durante el partido, o quizá no lo entendiera (no es sencillo para alguien no inglés entender los cánticos), y cuando le preguntaron por ello en rueda de prensa, dijo no saber de qué le hablaban.
Y cuando la traductora le comentó a qué se referían, su cara fue un poema. Como si con un puñal le atravesaran el corazón, Maurizio Sarri de repente se sintió traicionado, herido. Al menos, durante el instante en el que tardó en digerir que su afición ya no le traga.
19 de febrero de 2019