Casi 100.000 personas salieron a las calles de París para celebrar una victoria que llevó a Francia el segundo campeonato mundial de su historia. En las principales zonas de la capital francesa se instalaron televisiones gigantes para ver el partido y la posterior celebración.
La mayor parte del festejo fue pacífico, tranquilo y con un ambiente de festejo muy sano, pero también hubo que lamentar incidentes debido a la euforia provocada por esa segunda estrella que lucirá para siempre sobre el escudo de la camiseta 'bleu'.
Varios medios franceses, de los que se hace eco 'Olé', aseguran que hasta 30 personas saquearon una importante tienda de los Campos Elíseos para robar botellas de vino y de champagne.
La Policía intervino arrojando gases lagrimógenos con el objetivo de dispersar a la gente y tras 20 minutos de caos pudieron instaurar de nuevo la normalidad. Además, un grupo de jóvenes en Lyon se subieron sobre un camión de la Policía y las fuerzas de seguridad tuvieron que usar, al igual que en París, gases lacrimógenos.