El PSG está acostumbrado a ganar la Ligue 1 más que sobrado. Es fácil acostumbrarse a vivir bien, al lujo, y que en siete jornadas ya lleve dos derrotas y un empate es algo inusual.
El club parisino ha realizado una fortísima inversión para convertirse en un club de primer nivel, capaz de competir por la Champions, y eso implica ganar el campeonato liguero sin bajarse del autobús. Y de regalo, las dos copas de Francia, qué menos.
Por eso este mal arranque ha causado estupefacción y enfado entre los aficionados del PSG, pese a que el liderato está únicamente a cuatro puntos.
El equipo ya no es esa apisonadora de años atrás, por eso no es tolerará un nuevo tropezón en la Champions, el objetivo marcado en rojo esta temporada.
En el primer encuentro del torneo concedieron el empate al Arsenal en los últimos minutos del duelo, algo que también sucedió en liga, ante el Saint-Etienne. Es algo que se debe mejorar y evitar, por supuesto.
Pero es que además Emery tiene un problema muy serio con las excursiones lejos del Parque de los Príncipes, como también las tenía cuando el Sevilla tenía que jugar lejos de Nervión.
Le toca visitar al Ludogorets, un equipo presupuestariamente muy inferior, y no hablemos de nombres en plantilla. Debería ser un paseo militar para los parisinos, pero existe el temor de que se convierta en una pesadilla.
Y si sucede el 'pinchazo', tengan a buen seguro que la cabeza de Emery podría rodar sin ninguna duda.