Recuerda aquella Confederaciones. "Yo estaba pequeño viéndola en casa. El país estaba paralizado. Recuerdo la final contra Brasil en el Azteca. Fueron capaces de ganarla y el país se volvió loco. Fue uno de los triunfos más representativos que ha tenido la selección mayor y a partir de ahí se tomó con otra cara la Copa Confederaciones", señala Guardado. Entonces tenía 12 años.
El futbolista del PSV espera llegar a la cita con el billete del Mundial de Rusia sacado. "Esto nos beneficia muchísimo. Podríamos asegurarnos el pase directo al Mundial, e imagínate lo que eso puede representar: llegar a la Copa Confederaciones con más confianza y más tranquilidad para poder enfocarnos 100% en ese torneo y ¿por qué no pensar en ganarlo?", afirma.
Sobre su experiencia en Holanda, Guardado es feliz. "Siento que he encontrado mi lugar. He conseguido los objetivos que siempre había soñado: ser campeón, jugar la Champions todos los años... A eso súmale el cariño de la gente. Me siento muy cómodo aquí. Estoy muy agradecido", declara.