Las celebraciones de Sancho, Achraf, Thuram, y McKennie, entre otros, pidiendo justicia por George Floyd o rindiéndole homenaje, fueron mayoritariamente aplaudidas por el mundo del fútbol, pero la posibilidad de ser sancionados por ello les acompañó.
El fútbol alemán, como en general el europeo, es muy sensible al respecto de las celebraciones con motivos políticos o ideológicos, por eso era posible que aquellos que utilizaron sus goles para combatir el racismo fueran sancionados.
Sin embargo, la DFB ha querido mostrarse conciliadora. Aunque los eslóganes políticos, religiosos o personales están prohibidos, parece que en este caso se hará una excepción.
Fritz Keller, presidente de la Federación Alemana, aseguró que respetaba las protestas. "No tengo duda de que el Comité de Control tratará el tema con prudencia y juicio", dijo, en declaraciones a 'DPA'.
El Comité Olímpico Alemán, por su parte, fue más explícito, y aplaudió el comportamiento de estos jugadores. "Es extremadamente gratificante cuando los deportistas cumplen con su condición de modelos a seguir que siempre se les insta a ser, y alzan sus voces sobre un asunto completamente inaceptable", dijo Alfons Hoermann, presidente del organismo, a 'ZDF'.
"Sólo puedo animarles a decir lo que piensan y a mostrar lo que sienten. Sólo puedo esperar que las federaciones y organizaciones muestren el correcto juicio a la hora de evaluar estas acciones. Cuando suceden cosas inaceptables en todo el mundo, no sólo es correcto, sino que hablar es el deber del deporte", añadió.
Esta noticia será bien recibida en especial por Weston McKennie, futbolista estadounidense del Schalke 04. Dijo no tener temor a las sanciones, y prometió seguir portando el brazalete en recuerdo a George Floyd.
"Si tengo que acarrear con las consecuencias de expresar mi opinión, de exteriorizar mis sentimientos y de rebelarme a favor de lo que pienso, pues entonces tendré que hacerlo", afirmó el norteamericano, quien aseguró que estas protestas y homenajes no pueden ser entendidas en ningún caso como algo político.