Con un gol de Óscar Plano empezó a creer el Valladolid en que podía sacar algo de Balaídos. Iago Aspas hizo un doblete que aumentó la dificultad, pero Sergio González quemó todas las naves hasta que Unal y Suárez lograron el empate a tres.
En los 90 minutos hubo varias jugadas polémicas que el Real Valladolid recogió en su crónica oficial, haciendo hincapié en un VAR que, para el conjunto pucelano, no brilló ni actuó como debió hacerlo: "Ni un Aspas en estado de gracia, ni un árbitro desafortunado, ni el peor VAR de la historia del fútbol pudieron con el Real Valladolid en Vigo".
Y es que la tecnología pudo cambiar el guion del partido por una posible mano de Maxi Gómez en el segundo gol del Celta, un posible penalti a Kiko Olivas por un agarrón y una amarilla que no se llevó y David Juncà tendría que haber visto.
No hay duda de que el Real Valladolid, a pesar de haber conseguido un buen punto en un partido difícil, no está nada satisfecho con el trabajo que hizo Eduardo Prieto Iglesias.