En una eliminatoria a partido único, cada detalle cuenta y es decisivo. Y la tanda de penaltis exprime al máximo ese margen de error. Millonarios lo sabía y se aprovechó de ello ante la mala fortuna de Once Caldas.
El partido en sí no fue de los mejores del año, ni mucho menos. Millonarios comenzó mucho mejor y dejó varios avisos en las botas de Salazar o Silva, los más activos en zona ofensiva. De Los Santos también lo intentó.
Estuvo muy fino Ortiz durante los primeros 45 minutos para detener todos los acercamientos locales para un Once Caldas algo retraído. Casi no incomodó a la defensa rival.
En el segundo tiempo, los de Gamero apretaron de uevo con disparos de Arango o Abadía, pero de nuevo un colosal Ortiz rechazó todo lo que le llegó.
Pese a ese dominio, local, Once Caldas se hizo grande en la recta final y tuvo una de las más claras gracias a Mender García, pero Moreno evitó el tanto visitante.
Con eso llegó el pitido final y la necesidad de acudir a la tanda de penaltis para decidir el ganador. Unos lanzamientos casi perfectos... salvo uno.
Tras seis golpeos convertidos por Millonarios, Román batió a Ortiz y dejó de nuevo la pelota en el tejado de Once Caldas, obligado a igualar. David Gómez no pudo con esa presión y Moreno, el héroe, detuvo el penalti para confirmar el pase.
Millonarios estará en la gran final de la Liguilla BetPlay y se enfrentará a Deportivo Pereira, que también consiguió el mismo billete desde los once metros.