Las esteladas son tan peligrosas para la FIFA como los palos de las banderas, los mecheros o los silbatos. O tan molestas como las vuvuzelas.
Molestas sí deben ser cuando la FIFA se toma la molestia de prohibirlas, en su versión nacionalista o independentista, en los estadios del Mundial de Clubes.
Así lo ha mostrado 'MARCA', con una serie de fotografías de los controles de acceso. En ellos se ve lo que se puede y no se puede meter a los estadios.
Banderas de Catalunya, sí. Esteladas en cualquiera de sus variantes, no. Banderas de España, Brasil, México o Emiratos, bien. Y banderas de peñas siempre que no lleven menciones a grupos ultras.
Tampoco se pueden introducir obviedades como palos de banderas o mecheros, ni las insoportables vuvuzelas o los irritantes silbatos (que además pueden convertirse en un objeto arrojadizo fácilmente, sobre todo si son metálicos).
Resulta curioso que, aunque no participe el Barcelona, la FIFA se haya tomado la molestia de prohibir la estelada en concreto, y no otras banderas nacionalistas no reconocidas por los estados de los que forman parte sus federaciones miembro.
La FIFA ha optado por la vía fácil, tratando de evitarse problemas, pero a la vez ha demostrado una torpeza impropia de un organismo que rige el fútbol a nivel mundial. Porque mientras unos aplauden la decisión, a otros les parece una clara provocación.
La cuestión nacionalista es difícil que deje a todos satisfechos, y con esta decisión está creando un peligroso precedente.