La Cerámica vive un momento dulce. El fútbol que está practicando el equipo de Calleja como local roza la perfección y los puntos continúan llegando. La conexión es perfecta.
"Leyenda que narra las acciones de los dioses o héroes de la antigüedad". Esta es una de las definiciones de fábula, algo que podemos relacionar con el espectacular estado de forma del Villarreal en ataque.
Uno de esos dioses habla francés y es camerunés. Se trata de Toko Ekambi, quien, a los 13 minutos, adelantó a los locales con una contra de manual: pase interior de Gerard, carrera del '17' y definicón ante Pacheco.
Noqueado el Alavés, atacaba con cuentagotas. No podía reanimarse tras un arranque sobrenatural del conjunto castellonense, que aprovechó el ímpetu inicial para encarrilar la noche.
Repetía once Calleja. Alberto Moreno amenazó desde lejos y el Villarreal seguía mandando desde la organización de su sala de máquinas. Cazorla, como siempre, estuvo de '10', al igual que sus escuderos Iborra y Anguissa.
El asturiano fue homenajeado por superar los 300 partidos con el 'submarino', también Moi por los 100. Ambos firmaron una gran noche, aunque con el permiso del Alavés, pues la reacción vitoriana tras el descanso fue contundente.
Solo seis minutos tras el paso por vestuarios necesitó Lucas Pérez para, de chilena, engatillar un remate increíble. La Cerámica se quedó helada al ver que el trabajo de 45 minutos quedó embarrado en pocos minutos.
Incluso le anularon el 1-2 al gallego, que volvió a tirar del carro 'babazorro'. El tanto de la remontada se olía, pero ni con ese miedo en el cuerpo, el Villarreal se encoge en ataque. Las contras, su principal arma para salir del fango.
Después de un obús de Cazorla al poste, una combinación de Alberto Moreno con Moi Gómez permitió que este, desde línea de fondo, asistiera para el doblete de Ekambi. Un suspiro de alivio y un 'knockout' para el 'Glorioso'.
Tuvo alguna llegada, pero desapareció el Alavés con el 2-1. A partir de entonces solo quedaba un equipo en el campo. El Villarreal, como ante el Betis, volvió a cabalgar en el ataque para el 3-1 de Gerard Moreno y una asistencia mágica de Cazorla.
El festín siguió con el definitivo 4-1 de un Ontiveros que se sumó a la fiesta. Disparo de falta del marbellí que rebota en Burke. Al final, tres puntos que huelen a Champions en La Cerámica. El Alavés regresa a casa con la cabeza alta.