Fuentes de la Federación Interinsular de Fútbol de Las Palmas han explicado que el encuentro donde se produjo el enfrentamiento, protagonizado el sábado por los clubes UD Las Coloradas-CF Las Majoreras en el estadio López Socas de la capital grancanaria, pertenece al grupo VI de la Segunda División -categoría nacional-, por lo que no es competencia suya en materia disciplinaria.
La trifulca se originó cuando fue señalado un penalti en contra del equipo visitante e intervinieron en la misma unas quince jugadoras de ambos equipos, así como espectadores que saltaron al campo, según ha relatado la árbitra del partido, Zelene Herrera, al periódico local 'La Provincia', que informa de lo ocurrido en su edición de hoy.
La pena máxima no llegó a lanzarse, ya que el partido fue suspendido con empate a cero en el marcador tras la pelea, y ahora será el departamento de Competición de la federación nacional el que tenga que estudiar lo ocurrido y decidir sobre las posibles sanciones, así como si el encuentro debe reanudarse con el penalti no ejecutado a seis minutos del final.
Las fuerzas de orden público habían sido requeridas al descanso después de que el ambiente comenzara a crisparse en la grada con insultos entre seguidores y padres de las futbolistas, pero no llegaron al campo hasta que comenzó la pelea, tras la que una jugadora de Las Coloradas presentó una denuncia por contusiones.
La colegiada Zelene Herrera, quien ha precisado que ella no resultó agredida, solo expulsó a cuatro jugadoras, dos de cada equipo, pero ha anunciado que tiene previsto presentar un anexo al acta arbitral del partido, que correspondía a la decimotercera jornada del campeonato.
¡VERGONZOSO!
— Árbitro Fútbol Lp (@lparbitrofutbol) 21 de noviembre de 2016
Batalla campal femenina entre Las Coloradas y Las Majoreras.
Mientras tanto, un señor acusa a la árbitra de ello.#Respect pic.twitter.com/NiRMB9Jsob