El citado medio asegura que la Federación ha recibido una notificación en forma de carta procedente de la FIFA en la que se le advierte de que la intromisión del Gobierno Español en la máxima institución del fútbol del país podría privarle de jugar la competición de 2018.
Las injerencias del Gobierno, según 'El País', podría determinar la "suspensión de España como miembro asociado a la FIFA y, por tanto, la expulsión de la misma de todas las competiciones en las que participa". Así, España estaría privada, a causa de la corrupción, del derecho de disputar una competición a la que se clasificó gracias a sus méritos sobre el campo.
El motivo de esta posible sanción de la FIFA no es otro que la propuesta de repetición de las elecciones a la presidencia que promovió el Consejo Superior de Deportes el pasado mes de mayo. El gobierno entró de oficio en la RFEF para solucionar el 'caso Villar' y la FIFA considera que esto puso en riesgo la autonomía de la Federación.
La intromisión del Consejo Superior de Deportes violó gravemente el artículo 13 de los estatutos oficiales de la FIFA. La institución reguladora del fútbol mundial exige en dicha norma lo siguiente: "Cada miembro debe administar sus asuntos de forma independiente y asegurar que no se produzca ninguna injerencia por parte de terceros asuntos".
Ante la problemática que ha desatado la notificación de la FIFA, Larrea, el actual presidente de la RFEF, se reunirá con Íñigo Méndez de Vigo, ministro de Educación y Deportes para reconducir el asunto. Se podría valorar la realización de nuevas elecciones para que Villar, que, aunque suspendido, todavía pertenece a la Federación, sea expulsado de la institución. De producirse esto, la amenaza de la FIFA podría quedar en un simple aviso y España podría jugar el Mundial.
Esta no es la primera vez que la FIFA amenaza a España con privarla de disputar una competición internacional. La RFEF estuvo amenazada en 2008, poco antes de la Eurocopa, con quedarse fuera de la competición continental si Rodríguez Zapatero, por aquel entonces Presidente del Gobierno, no le permitía a Villar celebrar las elecciones en fechas posteriores a las determinadas por la orden del Ministerio.