A pesar de toda la polémica que se ha generado acerca de celebrar el Mundial de 2022 en un lugar tan caluroso como Catar, la FIFA, ajena a todo eso, se plantea echar más leña al fuego ampliando el número de selecciones de 36 a 48.
El argumento que esgrime el órgano que rige el fútbol mundial es que no hay que jugar más partidos. El sistema sería de 16 grupos de tres equipos cada uno, en el que se clasificarían los dos primeros, quedando el último de grupo descalificado.
Los 32 que pasen a la fase final comenzarían a disputar eliminatorias a partido único. Dieciseisavos, octavos, cuartos de final, semifinal y final. Siete partidos, los mismos que se juegan ahora salvo que se sustituiría uno de la fase de grupos por uno eliminatorio.
La FIFA planteará este nuevo modelo de competición a los organizadores y al Consejo Consultivo para su aprobación. La UEFA apoya el nuevo formato, que se impone a una eliminatoria previa entre 32 selecciones de la que debían pasar 16 para unirse a los 16 ya clasificados directamente.