El Leeds United divierte, gusta y causa admiración en sus primeros partidos en la Premier League, pero no logra sacar tantos puntos como quizás merece. Frente a los Wolves en casa, el cuadro de Marcelo Bielsa volvió a dejar grandes minutos de fútbol, pero su eficacia de cara a portería brilló por su ausencia. Tampoco fue su día de suerte.
Su primera parte fue el máximo exponente. Creó oportunidades, dominó el encuentro y la posesión de la pelota, pero no encontró un 'killer' capaz de culminar esas buenas acciones colectivas. El 'Loco' no se lo podía creer desde la banda.
Enfrente, unos Wolves algo acusados por el parón de selecciones. Rúben Neves y Adama Traoré comenzaron el duelo en el banquillo hasta que Nuno vio necesario tenerles sobre el verde. Y ahí comenzó a agitar la coctelera.
En la segunda mitad el Leeds bajó algo más el pistón y permitió a los Wolves anotar un gol que, tras revisión del VAR, quedó anulado. Saïss, que esperó un centro al segundo palo, remató de volea a la perfección para batir a Meslier. Un tanto que festejó por poco tiempo Nuno después de ver cómo en la sala VOR trazaron las líneas. Una posición antirreglamentaria previa de Podence dejó de nuevo el 0-0 en el marcador.
A partir de ahí, Adama acaparó más vigilancias rivales y liberó a Raúl Jiménez. Fue el mexicano el que, valiente, protagonizó una gran acción individual que culminó con un disparo. Su tiro, dirigido a la derecha, golpeó en un defensor y descolocó a Meslier, que vio cómo la pelota se coló por la izquierda. La flor del delantero azteca para el 0-1. 'De churro también vale', que dirían algunos.
Un partido casi de notable del Leeds terminó sin premio. La flor de Raúl Jiménez en su gol marchitó a un Marcelo Bielsa que ve cómo su equipo acumula siete de 15 puntos posibles pese a que, probablemente, merezca algunos más. Los Wolves, por su parte, salvan una difícil papeleta tras una Fecha FIFA en la que los mejores equipos siempre flojean. Ya son sextos con nueve puntos, a cuatro del líder, el Everton.