Recibía el Borussia Dortmund al Fortuna Düsseldorf con el objetivo claro de lograr un triunfo que le permitiera seguir vivo en la Bundesliga, siempre y cuando el Bayern no ganase al RB Leipzig.
El denostado por muchos club de la bebida energética cumplió con su parte, no sin algo de suerte, gracias a un fuera de juego ajustadísimo que hizo sudar la gota gorda al VAR. Ese empate hizo obligatoria una victoria en el Signal Iduna Park,
Y el Borussia se empeñó en cumplir, pero volvió a cometer los mismos errores que le han llevado a tener que pelear hasta el final por una Bundesliga que podría haber sentenciado mucho antes ante un Bayern harto irregular todo el curso.
Christian Pulisic adelantó a los aurinegros al filo del descanso, en el minuto 41, haciendo el que ha sido su último gol como 'borusser' ante su afición. Parecía que la victoria quedaba encarrilada, pero nada más lejos de la realidad.
Porque a los dos minutos de la reanudación Fink devolvía la igualada al marcador, y al Borussia le entró el vértigo. Un vértigo que no se superó con el gol de Delaney, en el 53', pues seis más tarde se pasó directamente al estado de pánico.
Un absurdo penati en el minuto 59 estuvo a punto de costarle carísimo al Borussia, pero Lukebakio, el mismo que vio cómo le anulaban un gol en 19', mandaba fuera la pena máxima.
Ganaba el Borussia por dos goles a uno, y las noticias del gol anulado al Bayern llegaron a Dortmund. Los nervios se impusieron en el tramo final del partido, pero entonces, con el tiempo cumplido, se desató la locura.
Götze, en el 91', hizo el gol que debería haber traído la paz a Dortmund, pero Kownacki, en el 94', volvía a recortar distancias para un Fortuna que llevaba con 10 desde el minuto 82. El 3-3 estuvo a punto de materializarse en un interminable alargue.
Las dudas, la incertidumbre, el miedo, el vértigo. Todo, condensado en unos segundos hasta que el pitido final los disipó. El Borussia sufrió, pero vivirá para luchar otro día.
Una última jornada de auténtico infarto, en la que visitará a su 'hermanasto' de Mönchengladbach, con este jugándose la cuarta plaza, y en el que el Bayern recibirá a un Eintracht igualmente enfrascado en la lucha por la Champions. El final soñado por el fútbol.