El madridismo disfrutó de una noche mágica en el Bernabéu. No todos los días se celebra la tercera Champions consecutiva, que además fue aderezada esta campaña con la décima Euroliga de la sección del baloncesto.
Un hito único, que entra directamente en los libros de historia. Jamás un mismo club había logrado en un mismo curso los tronos europeos en fútbol y baloncesto, hasta que llegaron el Madrid de Laso y el de Zidane.
Con Cristiano como protagonista absoluto, todo fueron sonrisas y buenas intenciones en un coliseo blanco hasta la bandera. Un disfrute para la afición 'merengue', colmada de éxitos en los últimos años.
Así, con la fiesta ya coronada, las dos plantillas posaron junto a los trofeos en el cesped del Bernabéu. Ahí estaban todos, los reyes del balón naranja y del estrellado. Los reyes, en definitiva, de Europa.