El Getafe no tuvo rival en Butarque y al poco de la media hora de juego ya se había puesto por delante con una ventaja de tres goles.
En el tercero, Jorge Molina volvió a demostrar por qué es uno de los hombres más peligrosos del conjunto azulón con una jugada de libro.
Tras robar la pelota encaró la portería rival. Con mucha calma esperó hasta que el defensor que le perseguía se pasó de frenada y recortó con comodidad.
El delantero levantó la vista del suelo y vio a su compañero Jaime Mata que solo tuvo que empujar el dócil pase de Molina para sentenciar el encuentro.