La futura estrella del Bayern que acabó en la cárcel por pirómano

Breno Borges llegó al Bayern desde el Sao Paulo a cambio de unos 12 millones de euros. El conjunto alemán, que disfrutaba del buen nivel de Lucio, había apostado de nuevo por uno de los centrales más prometedores de todo Brasil.

Conquistó dos títulos en la 2007-08 y acabó siendo citado por la Olímpica brasileña para ganar un bronce en Pekín. Pero el mundo de vino y rosas que se abría a su paso se frenó de golpe a la temporada siguiente.

Cedido en el Nuremberg, una grave lesión de rodilla le apartó de los terrenos de juego demasiado tiempo. Volvió, pero nunca fue el mismo. El banquillo y la grada se convirtieron en su lugar habitual y un 24 de septiembre de 2011, su carrera ardió en llamas a la vez que la casa en la que vivía.

El brasileño provocó el incendio y fue declarado culpable. Cuatro años de cárcel y deportado tras cumplir la pena. El mundo se le vino encima... "Mis agentes me habían dicho que iba a jugar, pero me encontré con el banquillo o la grada, con una cultura y un idioma diferente. Bebí y ocurrió. Pagué por mi error y a partir de ahora sólo quiero vivir cosas buenas", explicó sobre lo ocurrido.

Su mujer llegó a afirmar que Satanás se había apoderado del cuerpo de su marido. Ahora, a sus 27 años, Breno vuelve a disfrutar del fútbol en Brasil, vistiendo otra vez los colores del Sao Paulo, que le acogió tras cumplir su pena de cárcel.