Durante una rueda de prensa telemática, acompañado por la editora de Edicions 62, Pilar Beltran, Calpena ha explicado que, tras documentarse sobre el personaje, ha llegado a la conclusión de que fue un "visionario", alguien "honesto", un "líder, no carismático", "muy democrático, republicano", que propugnó la construcción del primer campo en pleno Eixample, para unos 6.000 espectadores.
Tampoco ha obviado que acabó suicidándose en 1930, posiblemente por cuestiones relacionadas con la economía y con las pérdidas que sufrió como financiero a raíz del crack de 1929, que también llevaron al suicidio a su socio, aunque no ha escondido que en aquel momento estaba "profundamente decepcionado" con el trato que recibió de la directiva del Barça.
Joan Gamper, que llegó como Hans a Barcelona en otoño de 1898, en un viaje que le tenía que llevar hasta Guinea, fue acogido por unos tíos que vivían en Sant Gervasi y acabó echando raíces y trabajando en la Compañía de Tranvías.
Amante del deporte, en 1899, según se lee en la novela, puso un anuncio en un periódico animando a otros hombres a que practicaran fútbol, que conocía de sus años en Suiza y Francia, y que consideraba como "el deporte por excelencia" porque "lo tiene todo: elegancia, trabajo en equipo, rivalidad, coordinación, destreza, agilidad".
Calpena, que no es muy aficionado, ha sostenido que en ese momento Gamper, que fue jugador y presidente de la entidad en varias ocasiones, "no tiene vocación de ser un hombre trascendente, aunque sea el principal fundador de lo que hoy conocemos como el Barça, porque lo que quiere es sólo jugar al fútbol con sus amigos, como ya había hecho en su país".
El escritor defiende que pronto, con el aumento de jugadores y de aficionados, se verá "claramente que hay puntos de conexión entre lo que le pasa al club y lo que le pasa a Cataluña", con presidentes y directivos que forman parte de la burguesía, la aristocracia y, posteriormente, con el franquismo, que tendrán conexiones con el régimen.
"Quería narrar -ha indicado- el hilo de continuidad que hay entre las diferentes directivas del Barça y el poder del país".
En el libro ahonda, asimismo, en el momento en el que el club está a punto de desaparecer, hacia 1908, y Gamper, que acabó siendo un catalanista, apuesta por "implicarlo con Cataluña".
Por otra parte, "la historia de Gamper también ejemplifica las intrigas internas de las directivas" en un club que ha calificado de "cainita".
Todos los personajes principales de la novela, excepto el de la florista Aurora, son reales, incluido Miguel Valdés, fundador de la Lotería Valdés y "muy deportista y vehemente", y los diálogos en los que participan están basados en la documentación existente.
Enric Calpena ve el Barça como un movimiento de masas "muy ligado a la historia de Cataluña, que no sería igual sin el fútbol".