No hay duda de que el objetivo y la exigencia que tendrá el Barcelona en la próxima temporada es optar a, al menos, un doblete después de lo sucedido ante el Liverpool y el Valencia en la final de la Copa del Rey.
Así es el fútbol, pero no quita que el Barcelona estuvo lanzado hace meses y se encontró con una mente en blanco en partidos muy claves. Reseteando, la entidad 'culé' sabe perfectamente dónde ha flojeado y dónde debe de meter más dinero.
Aunque todavía no se han visto movimientos, se espera que el Barcelona sea bastante activo en las próximas semanas y hasta el final de la ventana de traspasos. Comezando con el capítulo de bajas, son varias las que se deben confirmar.
En la portería no quiere seguir de segundo Jasper Cillessen proque cree que tiene capacidad para ser titular en algún club grande Europa, de modo que será una de las salidas a las que tendrá que enfrentarse el Barça y que acarrerará, por tanto, la necesidad de fichar a un segundo meta o confiar en la cantera.
En la defensa, la prioridad es la de buscar a un lateral izquierdo que pueda intercambiarse con Jordi Alba, fundido en el tramo final de la temporada. Los nombres son varios: Filipe Luis, Junior Firpo o, en última instancia, Guerreiro.
En el eje de la defensa aparece el capitán del Ajax De Ligt, que está provocando una división entre la directiva y la oposición por no haber decidido todavía su futuro. Su fichaje sería un golpe de efecto, pero si elige el PSG será una falta de programación deportiva.
En el centro del campo, el Barcelona de Ernesto Valverde no tiene sitio para André Gomes ni Denis Suárez, así que ambos tendrán que buscar un lugar de destino tras haber estado cedidos al Everton y al Arsenal.
En la zona de ataque también hay decisiones claras, pero no concretadas. Antoine Griezmann parece que va a firmar en cuanto llegue el 1 de julio y se reduzca su cláusula de rescisión, aunque el club estaría buscando también a otro delantero de un perfil más bajo y que desarrolle un trabajo más de puro 'killer' para suceder a Luis Suárez.
En cualquiera de los casos, el Barcelona debe trabajar y no desviarse demasiado de la hoja de ruta que tiene calculada para un verano de lo más intenso.