Solo la falta de solvencia de Real Madrid y Atlético de Madrid ha enmascarado la crisis de identidad y resultados que atravisa el conjunto azulgrana, en la que se le han visto las costuras con inusitada y peligrosa facilidad.
Más allá de la complejidad del calendario -Sevilla, Inter de Milán y Real Madrid-, el 'Txingurri' afronta de nuevo la competición tras el segundo parón de selecciones con muchos deberes por hacer, ávido de reinvidicación.
La hoja de ruta de Valverde comienza por apuntalar la parcela defensiva, recuperando la solidez de la que presumían la temporada pasada. De los once encuentros disputados a esta altura de temporada, 'solo' en tres dejó la portería a cero.
Asimismo, la poca aportación goleadora de Luis Suárez ha lastrado ofensivamente al equipo. Aunque no es ninguna novedad el retraso del uruguayo para alcanzar el ritmo competitivo, el Barça necesita marcar más ahora que encaja con mayor frecuencia.
En este sentido, es el momento para que los actores secundarios cobren protagonismo. Aprovechando el fondo de armario de este curso, Valverde podría sacar a escena a fichajes como Arturo Vidal y Malcom, llamados a relevar a los titulares en momentos de flaqueza.
Hasta la fecha, solo Arthur Melo ha seducido al técnico vasco. El centrocampista brasileño se coronó en Wembley, dotando de solidez y criterio a la medular azulgrana, presentando su candidatura para sostener tanto el 4-3-3 ofensivo, como su mutación al 4-4-2 en fase defensiva.
Entretanto, la oleada de lesiones que ha sacudido la Ciudad Condal podría motivar a Valverde a echar mano de la cantera. Las bajas en el centro de la zaga sitúan a Jorge Cuenca en todas las quinielas para tener minutos ante el Sevilla.