La hora de la verdad ha llegado. Después de sufrir una dolorosa derrota ante el Mallorca en Son Moix, este Madrid espera dar un paso adelante para mantenerse con vida en la Champions.
El campeón por excelencia de esta competición sabe que no puede quedar humillado y no va a permitir una eliminación tempranera, algo que sería un auténtico bombazo en toda regla.
Zidane está en pleno momento de duda y el madridismo lo sabe. El técnico francés insistió en sala de prensa que su intención es quedarse, además de afirmar que no le gusta lo que se está hablando sobre él.
Ramos, como buen capitán, le echó un capote por ser quién es y "pidió respeto" ante los medios. Ya en el entrenamiento previo, al galo se le vio metido de lleno en su papel y en la conjura de sus jugadores.
'Zizou' sabe que el margen de error es mínimo y más todavía si cabe si Mourinho y Allegri están a la espera de lo que pueda suceder en Estambul. Una derrota podría dejarlo casi sentenciado, pero una victoria le da una gran confianza para seguir.
Todo el vestuario está con él y los jugadores entienden que ante el Galatasaray deben de ser ellos los que den la cara por su técnico. Esta temporada, el Madrid ha perdido dos partidos: PSG y Mallorca, y ahora toca otra visita a domicilio. ¿Será la última batalla o no?