La regularidad es un factor clave que enseña qué equipos son fiables para alcanzar un objetivo. Este domingo se enfrentaron dos polos opuestos en este sentido. El local, capaz de lo mejor y de lo peor.
Hablamos del Tenerife. Si nos remontamos al principio de temporada, el club chicharrero despidió a Joseba Etxeberria transcurridas cinco jornadas, solo se pensaba en el ascenso para esta ilusionante temporada.
Sin embargo, los jugadores no han respondido para alcanzar esas posiciones. Oltra, en la cuerda floja tras otra derrota, no ha logrado exprimir la calidad de una plantilla notable, al menos para no pasar apuros en la permanencia.
No respondieron ante el Almería, que fue muchísimo mejor en ambas áreas y en todas las fases del encuentro. De hecho, Álvaro Giménez necesitó cinco minutos para adelantar a los de Fran Fernández. Envío espléndido de Luis Rioja.
El ariete ilicitano tuvo el segundo al enviar al travesaño otro envío de Luis Rioja. Qué conexión, vaya frente ofensivo tiene el Almería. Todo ello, mientras el Heliodoro aguardaba impaciente una reacción chicharrera que no acabaría llegando.
Acción polémica
Una jugada rápida marcó el segundo tiempo. Luis Milla pudo ser objeto de penalti por empujón de Eteki. El colegiado no señaló nada, aunque sí lo hizo en el mismo minuto en el área contraria. Dani Hernández derribó a Álvaro Gíménez, penalti claro y doblete para el ex del Alcorcón.
La defensa del Tenerife dio una versión de chiste en este partido. Luis Rioja y Corpas hicieron y deshicieron a su antojo, sobre todo el primero de ellos, en un estado de forma fantástico, algo que quedó demostrado con el 0-3. Acción individual y disparo cruzado. Magnífico.
Antes de la hora de partido, el Almería ya lo había finiquitado. Oltra movió el banquillo, pero era demasiado tarde. Los huecos en la zaga cada vez eran mayores. Fue entonces cuando llegó el gol del honor: Naranjo remató un gran centro de Suso.
Fue una sombra ese tanto, una mera ilusión para el Heliodoro, que volvía a ver a los suyos sucumbiendo ante un ejemplo de orden, eficacia y, en líneas generales, trabajo. Este Almería promete dar guerra, agárrense porque llega la ilusión rojiblanca.