En Italia se especuló durante varias semanas con la posibilidad de que Lorenzo Insigne pudiese abandonar el Nápoles a final de temporada. ¿El motivo? Un mal rollo con Ancelotti que parecía acrecentarse con el paso de los días.
Un problema que alcanzó el punto límite en el partido de Champions ante el Genk. El entrenador del equipo italiano decidió dejarle fuera de la lista de convocados, lo que provocó un mayor enfado en el futbolista.
El delantero partió desde el banquillo ante el RB Salzburgo, pero Ancelotti decidió que ingresara en el campo en el 65', con el 1-2 en el marcador. Haland igualó y, solo un minuto después, Insigne marcó el 2-3 final.
Y el italiano sorprendió a todos al dirigirse al banquillo para abrazar y celebrar el tanto con 'Carletto'. La demostración que evidencia que los problemas entre ambos ya han terminado, al menos de momento.
No pasó un buen rato Ancelotti en el festejo. Malcuit, hipnotizado con la euforia, estuvo cerca de ahogar por un momento al italiano, que puso cara de pocos amigos...
23 de octubre de 2019