Teal Bunbury fue más listo que nadie. Fue a por una pelota imposible cuando parecía que Sean Johnson se disponía a coger un balón manso que le llegaba a sus manos.
Pero nada más lejos de la realidad. Fue incapaz de hacerse con el esférico y el rebote lo aprovechó el delantero visitante para haer el 0-1. No le sirvió de mucho, ya que el New York City remontó el choque, pero dejó una curiosa jugada para el recuerdo.