El fútbol va de goles y Las Palmas consiguió el único del partido. El Málaga, ensimismado en una idea que no termina de reconocer, se sigue ahogando en la pizarra de Juande.
Mientras los blanquiazules se buscan a sí mismos, el conjunto canario disfruta de la continuidad de un fútbol que lleva dando alegrías desde el tramo final de la pasada temporada.
Sin hacer un partido brillante, Las Palmas se embolsó tres puntos de oro y su tercer triunfo en cuatro partidos. Bastó un error absurdo de Recio para decantar el duelo. Momo no perdonó desde los once metros y el Málaga volvió a estrellarse ante su falta de ideas. Esta vez, no hubo un Espanyol dubitativo enfrente.
Y eso que el equipo de Setién no estuvo cómodo. Encontró espacios, pero no los aprovechó. No sacó jugo al ida y vuelta en el que se convirtió el choque tras el descanso.
Livaja, Tana, El Zhar. El panorama pudo sentenciarse antes, pero tocó 'sufrir'. Juande puso toda la artillería, pero el apelotonamiento de Cornellá no funcionó en Gran Canaria. Y así murió el encuentro. Entre la felicidad de Las Palmas y las dudas de un Málaga que sigue sin levantar cabeza esta temporada.