La insignia de oro de Rubio, forjada por el calor de la superación

El pasado mes de agosto, el jugador riojano se despidió en rueda de prensa y la entidad anunció que se buscaría el mejor momento para que los abonados del Valladolid le pudieran "despedir o reconocer su profesionalidad". Y ese momento será este sábado.

Su adiós en Valladolid fue un poco extraño porque se prolongó en el tiempo. Tras acabar la temporada 2015/16, todo quedó en "modo espera" y Rubio mantuvo una reunión con Paco Herrera en la que éste le pidió "tiempo" para decidir si contaba con él. Después, le confirmó que no tenía hueco en la plantilla.

De este modo, Álvaro Rubio dijo adiós el 2 de agosto a diez años en Valladolid. 'El Jilguero' (como le llamaban sus compañeros) se fue de forma elegante y sin darse importancia tras lucir 311 veces la camiseta de un club donde vivió picos y valles.

Campeón del mundo sub 20 con España y parte de esa generación que acabó ganando el Mundial de Sudáfrica, Álvaro Rubio Robres (Logroño, 18 de abril de 1979) no ha ganado más títulos. Su carrera ha sido más larga que fructífera.

A punto estuvo hace muy poco. Regresó recientemente de jugar unos meses en la India, donde se proclamó subcampeón de la AFC Cup 2016 con el Bengaluru y, actualmente, espera ofertas antes de que se cierre el periodo invernal de fichajes porque ha expresado que su deseo es seguir en activo a sus 37 años aunque, en su opinión, cada día que pasa es más "complicado".

En la India, asegura que ha vivido "un choque" de culturas y ha echado de menos a la familia. "La diferencia en el día a día es muy grande aunque tuve la fortuna de ir con otro español, vivíamos juntos y eso nos ayudó", ha subrayado.

En opinión de Rubio, la gente de la India es "encantadora" y, aunque el idioma ha sido un "impedimento importante", califica la experiencia como fantástica

"Viví la miseria muy de cerca porque allí hay mucha pobreza pero todo lo compensa el cariño de la gente, la gente es lo mejor que tiene ese país", ha subrayado.

Así las cosas, tras su periplo en la India, intentará seguir jugando para "abrochar" su trayecto profesional en otro equipo español de Segunda, algo ya "difícil" porque quedan pocos días para el cierre del mercado aunque, pase lo que pase, es tal el reconocimiento a su figura en Valladolid que el club quiere ponerle "un foco" a su despedida con la mencionada insignia.

El próximo sábado, al margen del resultado, es seguro que Zorrilla aplaudirá. En Pucela, Álvaro Rubio siempre ha conectado con la grada y, a partir de ahora, también se ha "enganchado" al carro de la historia porque el consenso en torno a su figura resulta incontestable e insignias de oro del Valladolid, además, no proliferan.