A River se le olvidó cómo marcar goles. Los argentinos, con un once plagado de grandes futbolistas en la zona ofensiva del campo, no pasaron del empate sin goles ante Santa Fe, que rascó un punto contra uno de los grandes favoritos a llevarse el trofeo de la Libertadores.
El encuentro comenzó lento y con pocas ocasiones de peligro por parte de ambos bandos, pero el 'Millonario' levantó la mano primero para imponer su superioridad, tanto individual como colectivamente. Rollheiser estrelló el balón en la madera antes de la media hora de juego.
Le cogió el testigo Paradela en la primera mitad. Lo intentó desde fuera del área, con la defensa 'cafetera' muy bien plantada dentro de ella, pero a su lanzamiento le faltó potencia, que no precisión, y Castellanos lo atajó sin apuros. Ahogó la escuadra franjirroja a su rival, pero el resultado no se movió al descanso.
La tónica no cambió con la salida de vestuarios. Los de Gallardo mantuvieron la línea y esta vez fue Girotti el que probó fortuna, pero el arquero local, una vez más, estuvo rápido para enviar el esférico a córner. La actuación de Castellanos comenzaba a ser más que reseñable para cualquier analista.
Por su parte, el 'Cardenal', a cuentagotas, intentaba asustar a un Armani que fue un mero espectador la gran parte del duelo. Carrascal fue el siguiente en intentarlo para River. Cogió el balón y quedó solo ante el meta después de un despiste defensivo, pero Palacios llegó a tiempo en una jugada que pareció penalti, pero el árbitro no lo señaló.
La desesperación de los 'millonarios' explotó con un nuevo 'maderazo'. Esta vez con Girotti de protagonista. El atacante, tras un testarazo inapelable, se encontró con el larguero. Al igual que su compañero Rollheiser en la primera mitad.
No obstante, entre llegada y llegada de River, apareció, sin que nadie lo esperase, la ocasión más clara de los 90'. Y no fue para los argentinos. Jhon Velasquez, que entró momentos atrás por Serje, aprovechó un error en la zona de atrás franjirroja para enfrentarse en un duelo cara a cara con Armani.
El de Santa Fe definió de manera deficiente y el arquero supo cómo actuar para que el balón no acabase en el fondo de su portería. Salvó a su equipo de un 1-0 que hubiera sido muy doloroso. Para concluir la gran actuación de un Castellanos beatificado, este volvió a sacar una mano salvadora. Otra vez a Girotti, que no tuvo su noche de cara a puerta y el 0-0 no se movió del marcador.