No todos los días se juega un Mundial de fútbol. Es, sin duda, la cita más especial para cualquier jugador profesional, más si tenemos en cuenta que apenas cuentes con 16 añitos.
Esto es lo que sucederá a Mary Fowler este 13 de junio, cuando la Selección Australiana se enfrente a la de Brasil en la segunda jornada del Grupo 3 del Mundial Femenino de Francia.
La australiana, que debuta en un Mundial, tiene 16 años y 119 días, convirtiéndose así en la jugadora más joven en jugar una Copa del Mundo, la única que jugadora que estará en Francia habiendo nacido en el año 2003. Pero la historia no queda aquí.
Casualidades de la vida y del fútbol han querido citar a la más joven y a la más veterana, la histórica jugadora de la Selección Brasileña Formiga, que se convertirá en la futbolista más mayor en jugar un Mundial, gracias a sus 41 años y 100 días, siendo, la única en jugar ocho Mundiales, tanto masculinos como femeninos.
Entre una y otra hay 24 años, once meses y 13 días de diferencia. Cuando Fowler acababa de nacer, Formiga ya había jugado dos Mundiales e iba a afrontar el tercero, y, además, ya llevaba más de diez años como profesional.