Para qué tanto lío con el partido, pensarán algunos. El aplazado que primero le dio los puntos a la Juventus y luego se los quitó para que el partido se jugara por fin vivió su resolución y lo hizo con triunfo cómodo para los de Andrea Pirlo.
La Juve borró del mapa a un Nápoles que estropeó su excelente racha y mantuvo más que abierta la lucha por la Champions en el 'Calcio'. La victoria le permite a la 'Vecchia Signora' recuperar la tercera plaza, aunque la victoria del Inter ante el Sassuolo mantuvo la distancia con la cima en los 12 puntos.
El título puede que esté imposible, pero los 'bianconeri' confirmaron una importante mejoría en relación a los últimos partidos. Claro que tampoco era difícil después de lo hecho ante Torino y Benevento.
El choque comenzó eléctrico y con CR7 fallando una ocasión clarísima. Había nula tensión en los de Turín, pero menos aún en un Nápoles que se jugaba lo mismo y que decepcionó.
Pese al fallo, el luso se quitó un peso de encima pronto y evitó críticas al aprovechar un pase de la muerte de un Chiesa que volvió a ser el mejor de la 'Vecchia Signora'. Sin ser un monólogo, los de Pirlo sí que controlaron a la perfección al cuadro de Gattuso e incluso merecieron una ventaja mayor en un penalti claro de Lozano a Chiesa que ni árbitro ni VAR consideraron.
Más igualada estuvo la segunda parte. Buffon por fin tuvo que aparecer, aunque las llegadas del Nápoles no eran de extraordinaria claridad. Ausente Morata, fue Dybala, que reaparecía, el que sentenció con dedicatoria a su madre y un bonito gol a la media vuelta.
El 2-0 parecía evidente, pero Juve e Inter se empeñaron en copiarse en todo este miércoles y Chiellini le puso picante al final del choque con un penalti absurdo sobre Osimhen que transformó Insigne y que metió el miedo en el cuerpo a los de CR7 en vano,